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Sargadelos cambia de aires
Jóvenes españoles y extranjeros diseñan para la histórica fábrica de cerámica.
Jóvenes diseñadores trabajan ahora en la decoración y en la búsqueda de nuevas formas para Sargadelos. Es el caso de Ailanto y El Último Grito. O del danés Tobías Jacobsen y Modesto Lomba. Son tiempos de mudanza y la histórica fábrica de cerámicas se renueva
Isabel Bugallal, La Opinion de Coruña, 18/9/2007
El azul cobalto fue uno de sus distintivos pero ahora, con los nuevos aires, la paleta de colores se amplía, al igual que los motivos decorativos y las formas. La marca Sargadelos se renueva con la llegada de jóvenes diseñadores que ya han dejado su sello en la histórica fábrica de cerámica. Es el caso de Ailanto o El Último Grito, que han firmado para la casa creada por Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane en los años cincuenta varios trabajos. Detrás de ellos vienen otros, como el danés Tobías Jacobsen, nieto del célebre arquitecto; el madrileño Jacobo Pérez Enciso, Jordi Lavanda o el modisto Modesto Lomba (Devota & Lomba).
El azul cobalto fue uno de sus distintivos pero ahora, con los nuevos aires, la paleta de colores se amplía, al igual que los motivos decorativos y las formas. La marca Sargadelos se renueva con la llegada de jóvenes diseñadores que ya han dejado su sello en la histórica fábrica de cerámica. Es el caso de Ailanto o El Último Grito, que han firmado para la casa creada por Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane en los años cincuenta varios trabajos. Detrás de ellos vienen otros, como el danés Tobías Jacobsen, nieto del célebre arquitecto; el madrileño Jacobo Pérez Enciso, Jordi Lavanda o el modisto Modesto Lomba (Devota & Lomba).
Ailanto, formado por los gemelos vascos Iñaki y Aitor Muñoz, es el responsable de una nueva vajilla infantil y de una colección de floreros, que ya están en el mercado. Ahora el tándem trabaja en la creación de otra vajilla y en un juego de café que llevarán su firma. La colaboración de Ailanto con Sargadelos se produjo a raíz del interés de los gemelos vascos por una piezas de cerámica para un desfile de ropa en la temporada pasada. Esa excusa les trajo a Galicia y ahí comenzó su trabajo con la fábrica de O Castro de Samoedo, en Sada.
El Último Grito, formado por Rosario Hurtado (Madrid, 1966) y Roberto Feo (Londres, 1964), ha hecho para Sargadelos una serie denominada Micos, con cuya muestra se inauguró el pasado jueves la nueva galería de Barcelona. Son piezas de unos treinta centímetros, que han sido fabricadas en tiradas 150 ejemplares cada una. Su precio es de 150 a 200 euros y hay una larga lista de espera para hacerse con alguna de estas piezas que semejan animalillos. Las pruebas de autor de la colección se expusieron en la galería abierta la pasada primavera en la calle Real, de A Coruña.
José Luis Vázquez, director de Sargadelos desde el pasado invierno, es uno de los responsables del cambio de aires en la histórica casa, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII.Los nuevos departamentos de diseño, comercial y de tecnología plasman la nueva filosofía empresarial, con la que la firma pretende abrir nuevos mercados. Vázquez acaba de regresar de un viaje a Japón, donde busca hacerse hueco de la mano de la cadena de grandes almacenes Misukoshi, cuyo departamento de cerámica de diseño internacional expondrá las piezas gallegas. Además, Sargadelos proyecta abrir una tienda-galería en la ciudad de Osaka, en régimen de franquicia.
Las colaboraciones externas no han hecho más que empezar. También hay conversaciones con el diseñador Tobías Jacobsen. De su estudio, en Copenhague, han salido ya los prototipos de un servicio de mesa para hostelería que tienen la impronta del diseño danés, uno de cuyos puntales fue su abuelo, el arquitecto Arne Jacobsen, creador de las célebres sillas apilables de madera y tubo.Modesto Lomba Caneda (Modesto&Lomba) también está interesado en colaborar con Sargadelos. Este verano pasó en la fábrica de O Castro unos días para conocer el sistema de producción. La sorpresa que se llevaron allí fue mayúscula al enterarse que Lomba es natural de O Grove, lo que explica, en parte, el deseo del modisto de diseñar para la marca gallega.
Otro de los posibles colaboradores es Jacobo Pérez Enciso (Madrid, 1954). El diseñador madrileño abarca un amplio campo: logotipos e imagen corporativa, portadas de disco, diseño de exposiciones y proyectos arquitectónicos e ilustración de libros.Pérez Enciso, que pasó un par de semanas este verano en la fábrica de Sada, propone hacer vajillas de cuatro o cinco servicios decoradas con motivos arquitectónicos. Las piezas estarían ilustradas con los edificios más emblemáticos. Pero su colaboración no pretende ceñirse al campo de la decoración, sino también trabajar en la renovación de las formas.
Sargadelos mantiene también conversaciones con el popular diseñador catalán Jordi Lavanda, con intención de llegar a fabricar sus prototipos. Lavanda fue conocido antes en el panorama internacional que en España, gracias a sus ilustraciones habituales en la revista Wallpaper, paradigma de la modernidad, que ha publicado una reseña sobre Sargadelos,al igual que AD.Prestigiosos cocineros, como Marcelo, de Santiago de Compostela, y Sacha, de Madrid, están igualmente interesados en diseñar vajillas de hostelería bajo el paraguas de la fábrica gallega.
Sargadelos aspira así a competir con Limoges, pero también con Hermés o Armani, que sin abandonar la pasarela, se han introducido en el diseño del hogar con jóvenes magos del diseño. Son los nuevo tiempos.
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